sábado, 19 de enero de 2013

SOBREEXCITABILIDAD EN NIÑ@S CON ALTA CAPACIDAD

**Entrada extraída del blog de la Asociación de las Altas Capacidades de Almería:




El psicólogo polaco Kazimierz Dabrowski identificó lo que llamó “sobreexcitabilidades” o “supersensibilidades”. Los niños superdotados tienden a tener más de una.



A menudo muchas personas que viven alrededor de personas con Altas Capacidades, no pueden comprenderlos, encuentran en sus comportamientos una fuente de irritabilidad que les hace perder la paciencia, sin embargo cuando se combinan altas capacidades con sobreexcitabilidades se establecen altas posibilidades de alcanzar un alto nivel de desarrollo.
Según Kazimierz Dabrowski , los conflictos y los sufrimiento interiores son necesarios para lograr un desarrollo avanzado.

Las sobreexcitabilidades son emociones innatas que indican una alta capacidad de respuesta a los estímulos. Se encuentran en un grado superlativo en los sujetos altamente creativos y en los superdotados. Se expresan en una mayor sensibilidad, conciencia e intensidad.
Dabrowski identificó cinco áreas de intensidad: Psicomotor, Sensual, Intelectual, Imaginativa, y Emocional. "Aquel que manifiesta varias formas de Sobreexcitabilidades, ve la realidad de una manera diferente, más fuerte y desde más puntos de vista”.



SOBREEXCITABILIDAD PSICOMOTORA
Es una elevada excitabilidad del sistema neuromuscular. Esta intensidad psicomotor incluye una “capacidad para ser activo y enérgico", amar el movimiento per se, derroche de energía mostrada por habla rápida, ávido entusiasmo, actividad física intensa y necesidad de acción. Cuando se sienten emocionalmente tensos, puede que hablen compulsivamente, actúen impulsivamente, se comporten mal y sobreactúen, muestren hábitos nerviosos, se sobre-esfuercen (tendiendo hacia ser “maniacos” del trabajo), se vuelvan convulsivamente organizados o muy competitivos.
Obtienen una gran satisfacción de su ilimitado entusiasmo (y actividad) físico y verbal, pero otros pueden ver esto como cargante. En casa y en el colegio, estos niños parece que no pueden estarse quietos hablando constantemente. Los adultos y sus compañeros les entran ganas de decirles ¡siéntate de una vez y cállate de una vez!

 Este niño corre el peligro de ser mal diagnosticado por un Desorden de Déficit de Atención Hiperactivo (ADHD).


SOBREEXCITABILIDAD SENSITIVA


Se expresa como una experiencia exacerbada de deleite o desagrado a través de los sentidos: la vista, el gusto, el tacto, el olfato y el oído.
Obtienen una experiencia mucho más expansiva de sus sentidos que una persona normal. Tienen una mayor y más temprana percepción de los placeres estéticos, tales como la música, el lenguaje, el arte, así como obtienen un deleite ilimitado de los gustos, olores, texturas, sonidos y vistas. Pero también, gracias a esta sensitividad exacerbada, pueden llegar a sentirse sobre estimulados o incómodos con algunos estímulos. Cuando están emocionalmente tensos, algunos individuos pueden llegar a comer demasiado, comprar compulsivamente, o querer ser el centro de atención. Otros llegan a retraerse de cualquier tipo de estímulo. Estos niños pueden encontrar las etiquetas de la ropa, el ruido de la clase o los olores de la cafetería como algo tan perturbador, que los deberes del cole pasan a un segundo nivel.
Estos niños también pueden llegar a estar tan absorbidos por su amor hacia una particular pieza de arte o de música que el mundo exterior deja de existir para ellos.

SOBREEXCITABILIDAD INTELECTUAL
Se refleja en una marcada necesidad de buscar el entendimiento y la verdad, de adquirir conocimientos, analizar y sintetizar.
Los dotados con sobreexcitabilidad intelectual tienen mentes increíblemente activas, son intensamente curiosos, frecuentemente ávidos lectores y normalmente muy observadores. Son capaces de concentrarse, esforzarse intelectualmente en tiempos prolongados y son tenaces en la resolución de los problemas que ellos elijan. Otras caracterísiticas pueden incluir una planificación metódica y tener una marcada recopilación de detalles visuales. Frecuentemente ama la teoría, pensar acerca de pensar y el razonamiento moral.
Este focus en el razonamiento moral a menudo se traduce en una gran preocupación por los asuntos morales y de justicia. También les hace bastante independientes de pensamiento y pueden llegar a parecer críticos e impacientes con otros que no les siguen el ritmo. O pueden también entusiasmarse tanto con una idea que interrumpen en momentos inapropiados a su interlocutor.

SOBREEXCITABILIDAD IMAGINATIVA

 
 Refleja un gran peso de la imaginación con respecto a la asociación de imágenes e impresiones, uso frecuente de metáforas, facilidad para inventar, fantasía, visualización al detalle y sueños muy elaborados.
A menudo estos niños mezclan la verdad con la ficción y se crean sus propios mundos privados con compañeros imaginarios para escapar del aburrimiento.
Les resulta difícil estar atentos en clase cuando la creatividad y la imaginación son secundarias respecto a una educación rígida.
Escriben historias y dibujan en vez de estar a lo que tienen que estar en clase. También pueden tener dificultades en terminar las tareas si entre tanto, alguna idea increíble se les viene a la cabeza y les lleva a una tangente imaginaria.


SOBREEXCITABILIDAD EMOCIONAL


Es la primera que los padres suelen notar. Se refleja en sentimientos muy intensos y realzados, complejas emociones extremas, identificación con los sentimientos ajenos y una expresión fuertemente afectiva. Otras manifestaciones pueden incluir respuestas físicas como Dolores de estómago y rubor o preocupación por la muerte y la depresión. Tienen una marcada capacidad para las relaciones profundas; muestran fuertes conexiones con la gente, algunos lugares y con las cosas. Tienen compasión, empatía y mucha sensibilidad en las relaciones.
Son conscientes con una gran precisión de cuáles son sus sentimientos, o de cómo van cambiando y creciendo, y a menudo llevan a cabo diálogos internos y practican la autocritica.
A estos niños se les acusa frecuentemente de ser melodramáticos o“sobrereacionar” a las situaciones.

 Los niños con una fuerte sobreexcitabilidad emocional a veces son diagnosticados erróneamente con trastorno bipolar u otros problemas y trastornos emocionales.


También se manifiesta en una profunda preocupación por los demás, así como en autocrítica y ansiedad. Así de comprensivos como lo son para otros, parecen incapaces de sentir simpatía por ellos mismos. Por el contrario, tienden a ser muy auto-críticos. También pueden sentir un profundo sentido de responsabilidad, lo cual puede llevar a sentimientos de fracaso y culpa.
 
 Mientras que su compasión y sentido de la responsabilidad pueden llevar a aquellos con una sobreexcitación emocional a ayudar a los demás, también pueden crearles problemas. Los niveles de ansiedad que experimentan pueden interferir con las tareas simples, como las tareas domésticas o incluso terminar las tareas escolares. También pueden desarrollar síntomas psicosomáticos como dolores de estómago o sufrir de depresión.
La depresión que aquellos con SE emocional a menudo experimentan es la depresión existencial, lo que significa que se deprimen por cuestiones relativas a las cuestiones básicas de la vida: la muerte, la pobreza, la guerra y la enfermedad, por ejemplo. Episodios de depresión existencial pueden ser ocasionados por alguna experiencia específica, pero son igual de probables que surjan espontáneamente.
Los niños con SE emocional también tienen dificultades para adaptarse a los cambios y pueden experimentar altos niveles de ansiedad cuando se exponen a situaciones nuevas o ambientes desconocidos.
Los niños no crecen fuera de esta sensibilidad. Un niño con intensos sentimientos emocionales experimentará la misma profundidad de emoción que un adulto.

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